Implante de células madres en quemaduras innova atención en Hospital Coromoto de Maracaibo

Esta experiencia fue iniciada en diciembre
de 2016 con resultados muy satisfactorios
en la institución coromotana, a través del trabajo
conjunto con la Unidad de Terapia Celular del Instituto
Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC).
Caracas.- Germinan como semillas de la vida en manos expertas por añosdedicadas a la investigación científica venezolana. Es un nicho de esperanza que comienza a crecer a pasos agigantados en el Centro de Atención Integral al Paciente Quemado (Cainpaq), unidad adscrita al Hospital Coromoto de Maracaibo, ente que maneja Petróleos de Venezuela S.A (PDVSA).

Se trata del tratamiento de quemaduras con el implante de células madres estromales mesenquimales, una experiencia iniciada en diciembre de 2016 con resultados muy satisfactorios en la institución coromotana, a través del trabajo conjunto con la Unidad de Terapia Celular del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC).

A Arialdo Villalobos se le encoge la piel cuando habla de la rápida recuperación que ha tenido su hijo de seis años en las lesiones que sufrió tras un accidente con combustible.

El joven padre, oriundo del municipio Mara, se siente privilegiado por ser beneficiario de esta práctica experimental. “Estoy muy agradecido con el Hospital Coromoto y su personal, pues aplicaron este método pionero en las heridas de mi hijo y gracias a Dios ya su piel está curada casi su totalidad”.

Con una notable conmoción narró que el accidente de su pequeño ocurrió mientras preparaban semillas de merey en una fogata. “No es prudente que los niños estén cerca de la candela o cuando haya peligro, porque allí es más probable que salgan afectados gravemente”.

La primera intervención se hizo el primero de diciembre de 2016 y la segunda el 16 de febrero. En ambas ocasiones los resultados se han mostrado exitosos, como la restauración de la piel de los tres niños con los que se inició el procedimiento.

El manto natural que cubre la humanidad de Anderson José ya no llevará las traumáticas marcas de las llamas, porque sobre ella se han adherido las células madres que durante tres y cuatro semanas se han multiplicado por millones en la Unidad de Terapia Celular del IVIC, en Caracas. Este niño trujillano de 10 años registró quemaduras de segundo y tercer grado en 60% de sus miembros superiores e inferiores.

“Con este procedimiento se puede mitigar el tiempo de recuperación, es la esencia que más nos anima. Reduce las secuelas que ese paciente pueda tener y el riesgo de infecciones que ponga en peligro su salud o la vida. De verdad, vemos con mucha satisfacción y alegría este desarrollo mancomunado que hoy se hace posible”, afirma José Cardier, médico y PHD en Inmunología de la Unidad de Terapia Celular del IVIC, tras salir ataviado con su traje verde del quirófano del Cainpaq, donde con su equipo implantaba células madres a la piel de cuatro infantes y una adulta mayor.

“Este esfuerzo que hoy consolidamos lo definimos como una victoria, como un éxito que nos complace, esencialmente, porque podemos ofrecer mejores condiciones y calidad de vida a los pacientes quemados”, asegura Cardier al anunciar que este año pudieran superar las 30 intervenciones de este tipo en Maracaibo.

Experiencia y ética
Angélica Rosario tiene 29 años, es trujillana y madre de Anderson José. Sus manos apretadas muestran el nerviosismo que le ocasiona saber que su hijo está en el pabellón, para restaurarle la piel luego de que fue víctima de una quemadura el pasado 20 de enero. Sin embargo, ampara su fe en Dios y en las laboriosas manos del equipo de galenos que atiende a su pequeño, entre ellos el coordinador de la unidad marabina, Tulio Chacín, un experimentado cirujano plástico con más de 30 en caumatología.

“Lo mejor es no quemarse y evitar que nuestros niños se quemen; es un trabajo muy importante. Hoy hicimos nuevos implantes de células y vimos a los tres pacientes que en diciembre ya le habíamos hecho el trasplante, los resultados son completamente alentadores y satisfactorios, porque la evolución de los niños ha sido bastante buena y hemos logrado un gran avance en el tratamiento del paciente quemado, porque ¿cuál es problema del paciente quemado?, que ha perdido su piel y de alguna forma tenemos que cubrirlo, porque presentará infecciones sino se le cubre”, afirma Chacín.

La madre del niño trujillano relata: “La recuperación de mi hijo en la unidad ha sido excelente, lo tratan con mucho amor. Les doy muchas gracias a Dios y a la Virgen, al personal del Hospital Coromoto; yo ni siquiera sabía de la existencia de este centro donde salvaron a mi hijo. Me parece maravilloso que hayan aplicado las células madres en sus heridas”.

Multiplicación millonaria
La doctora Olga Wittig, del equipo del IVIC, explica que, básicamente, se usa un tipo de células madres llamadas estromales mesenquimales que se obtienen de diferentes fuentes, en este caso de la médula ósea.

“Son células que fueron utilizadas en el protocolo de regeneración ósea y los pacientes que se han curado han dado su autorización para ser usados en otros protocolos experimentales. En el caso de un niño quemado donde no tenemos una fuente para utilizar células madres, usamos células de otro paciente que pueden ser usadas en otros individuos. No son rechazadas por el organismo de los niños tratados para curar sus quemaduras y este es el gran potencial que nos ha permitido usarlas aquí en Maracaibo y en Caracas en el Hospital Domingo Luciani. Tomamos las células, generamos muchos millones de células y las colocamos en un soporte de un coágulo de plasma, para que se mantengan vivas, y es lo que se coloca sobre la quemadura”.

Aparte de los tres niños que recibieron el implante en la segunda intervención, también se realizaron dos nuevos casos. Un niño de 10 años con 60% de quemadura en su piel y una paciente de 72 años de edad, con una quemadura en su antebrazo derecho, explica Cardier al señalar que en el tratamiento existe un protocolo ya establecido, y aprobado por la Comisión de Bioética del Hospital Coromoto, en el que el paciente tiene que llenar diferentes requisitos, como no estar infectado y que los sitios de las quemaduras estén limpios.

En este tema destaca la gratuidad del tratamiento. “El paciente no tiene que aportar absolutamente nada. Se espera que los resultados sean muy alentadores aquí en el Cainpaq, ya que es una unidad donde se maneja al paciente de manera integral y es la de más alta especialización en Latinoamérica en la que se está llevando a cabo este procedimiento de terapia celular cumpliendo con todos los requisitos requeridos para experimentación en seres humano. De tal manera, que con las dos instituciones creemos que vamos a darle un gran apoyo a este problema de salud pública que es el de quemaduras de los niños. Hemos demostrado que con todo este esfuerzo se garantiza la salud de los niños de Maracaibo y de cualquier lugar que vengan”, asegura Cardier.

El presidente de PDV Servicios de Salud y coordinador general del Hospital Coromoto, Freddy Leal, acompaña a los médicos en su innovadora experiencia. “El Hospital Coromoto cuenta con una capacidad instalada de 109 camas, de las cuales 34 son para pacientes que requieran cuidados intensivos, área de cuidados intensivos pediátricos y otra para adultos, una unidad de cuidados intensivos post quirúrgicos y el servicio de caumatología”.

Agrega que esta insigne área es la que le ha otorgado un renombre, tanto nacional e internacional, al Hospital Coromoto. Este servicio fue rebautizado Centro de Atención Integral al Paciente Quemado en 2007 y fue ampliado de 7 a 11 camas; atendiendo a la alta incidencia de niños quemados. “La realidad nos ha demostrado que niños son mayormente los afectados en accidentes que ocasionan quemaduras; debido a descuidos de los padres”.

A partir de diciembre de 2016, Cainpaq se consolida gracias al IVIC, a través de su Unidad de Terapia Celular. PDV Servicios de Salud y la Unidad de Terapia Celular del IVIC esperan, en el corto plazo, avanzar en la aplicación de otras terapias celulares en pacientes con resultados altamente exitosos en Venezuela, como el campo de la regeneración de cartílago y de hueso.

También anunció que se suscribirá un acuerdo interinstitucional entre el Hospital Coromoto y el IVIC, a fin de asegurar la continuidad y la eficiencia de este importante proyecto.