Hospital Joaquina de Rotondaro: 39 años al servicio de Tinaquillo

PRENSA SALUD COJEDES

El Hospital “Joaquina de Rotondaro” fue 
inaugurado formalmente un 23 de septiembre de 1977.
Tinaquillo, septiembre 23.- El Hospital General “Joaquina de Rotondaro” ubicado en el municipio Tinaquillo cumple hoy un año más de que abrió sus puertas para resguardar y garantizar de manera ininterrumpida la salud de un pueblo tinaquillero que se encontraba desasistido por lo remoto del municipio.

Hasta 1937, Tinaquillo, no disponía de un hospital, la salud se veía muy afectada por lo precario de las condiciones, los galenos de la época, limitados por muchos aspectos (económicos, geográficos y de comunicación) cumplían en lo que podían. Había un médico de sanidad cuyo campo de acción solo le dejaba proporcionar vacunas periódicas contra la viruela, gotas gomelonadas en la nariz (en épocas de epidemias de parálisis infantil), repartir quinina para combatir el paludismo, entre otras labores que lo convertían en héroes diarios de la vida tinaquillera. La escasez de médicos también fue un factor determinante en la salud de la región.

La luz de la salud vino con la muerte de Juan Vicente Gómez y con la designación de José Rafael Rotondaro como Presidente del Estado Cojedes, tinaquillero que conocía perfectamente la situación de la salud en Cojedes, y quien con preocupación apuntó como una de las necesidades más importantes e imperiosas del pueblo, crear un hospital en 1977. El respectivo hospital se instala en la casa donada por Joaquina de Rotondaro, madre del Presidente de Cojedes y por tal motivo en agradecimiento a su donación, el nosocomio lleva desde entonces por nombre “Hospital Joaquina de Rotondaro”. La administración del hospital fue llevada por una junta encabezada por el médico director y 2 miembros de la colectividad, siendo sus primeros miembros los señores: Dr. Rafael Pérez Coronel, Bartolo Campos y José Rafael López Díaz.

Los primeros médicos que laboraron en el hospital fueron los doctores Rafael Coronel y Medardo Sánchez y como practicantes actuaban los señores Joaquín Campos, Agustín Bellera y José Herrera. Su función era despachar medicinas, hacer curas y colocar inyecciones llegando también a recetar. El primer médico cirujano fue el español Dr. Hilario Coubertoret, quien vino en 1940 a refugiarse de la guerra civil española. Otras figuras relevantes de la medicina fueron el Dr. José Luís Fachín de Boni (uno de los fundadores de la cátedra de obstetricia de la Universidad de Carabobo), Alí Mejías (que se desempeñó como médico rural, dejando a su paso una nube de intachable rendimiento y llegó a ser un alto funcionario del Ministerio de Sanidad de la época.

Por su parte la misión de enfermería durante los primeros 20 años estuvo a cargo de las hermanas agustinas.

Para 1967, durante el gobierno del presidente Raúl Leoni y siendo Gobernador del Estado Cojedes, el Sr. Elías Nazar Arroyo, se decretó la construcción de un nuevo Hospital para Tinaquillo, el cual fue concluido e inaugurado el 23 de septiembre de 1977, era para ese entonces Gobernador del Estado Cojedes, el doctor Egor Nucette, estando en la presidencia de la República Carlos Andrés Pérez.

Este hospital contaba con una capacidad para 100 camas, considerado como un hospital clase “D” o centro de salud y un cuerpo de residentes de 04 por guardias y 08 enfermeras, todos en un mismo consultorio, para brindar atención a todos los usuarios, los cuales eran suficiente para ese momento, con una población de 40.000 habitantes aproximadamente. Le correspondió al Doctor Humberto Sanna ser el primer director con un presupuesto asignado para el año 1977.

El Paludismo, dolor de cabeza para los tinaquilleros de la época
Más que una enfermedad, representa un episodio trágico en la historia de Cojedes. En Tinaquillo, el paludismo llega en el quinquenio de 1936-1941; para 1941 la parasitosis estaba diezmando la población, esto se vio reflejado en el número de muertos percibidos por día. Un factor que influyó significativamente fue la falta de una efectiva campaña antimalarica para la época, sumado a esto la desnutrición fusionada con la ignorancia y la falta de acueducto en la época lluviosa, lo cual contribuyó en la creación de charcos y lagunas propicias para el crecimiento del Anofeles. Cabe destacar que la enfermedad era conocida como “La Económica”, porque la condición socio económica hacia depender la tasa de mortalidad.

En la actualidad
El Hospital Joaquina de Rotondaro, ha venido superando una serie de dificultades para convertirse hoy en centro de referencia a nivel nacional, en donde se cuenta con un personal capacitado de excelente trayectoria y cuerpo de enfermeras, administrativos y obreros que permiten prestan un servicio de calidad, digno de las grandes capitales.

Se han inaugurado dos quirófanos, se ha dotado de enseres generales al área de cocina, y se espera que para el mes de diciembre culminen los trabajos de recuperación y dotación de equipos médicos y no médicos del área de emergencia obstétrica que iniciaron en marzo de este año y beneficiarán a un total de 43 mil tinaquilleros.


De igual manera está pautada para diciembre la culminación de una Casa de Abrigo Materno dentro del Hospital Joaquina de Rotondaro para resguardar la salud de las madres del municipio y seguir brindando al pueblo tinaquillero una atención de calidad.