Barrio Adentro: Salud con calor humano

Más que un médico
PRENSA SIBCI.-Elena Margarita Sánchez, marabina de 73 años y sobreviviente a un cáncer de mama, revive a diario la lucha más fuerte que ha tenido que enfrentar por su salud, aunque las salas frías del hospital fueron primordiales para su proceso de curación, ella sólo guarda el recuerdo de un joven, de 33 años, que acudía a su hogar para colocarle un "colado" de sueros que sellaron sus ganas de vivir.

"A diario se aparecía, entre 4:00 y 6:00 de la tarde, para colocarme un suero de vitaminas, era amarillo, casi naranja, y me decía que eso me iba a sanar. Se sentaba un rato conmigo y me decía lo mucho que le recordaba a su abuela y que, cuando regresara a su país, le iba a hablar de mí. Lo adopté como un hijo más, esos que da la vida sin parirlos".

Así recuerda a Oscar, uno de los 1.543 colaboradores cubanos que están en el Zulia para servir más allá de un escritorio médico. Las visitas a los hogares rompieron cualquier paradigma en materia de salud pues, aunque por años las consultas privadas en las viviendas han sido una opción, eso sólo era un privilegio de millonarios.

"¿Cuánto gasté yo con los sueros? Bueno creo que un kilo de café y azúcar, era lo único que me pedía. Incluso antes de irse a Cuba mi familia le hizo una reunión en la casa, algo sorpresa, y casi que rogándole accedió a recibir un perfume original que le había comprado mi hijo, una chemise y unas bermudas. En casi dos años fue lo único que pude darle porque jamás aceptó que le diera ni pa' los frescos como dicen", relata.

Más que un médico

El artículo 7 de la Ley del Ejercicio de la Medicina autoriza a los médicos extranjeros contratados por el Ejecutivo Nacional a realizar funciones de investigación, docencia o sanitarias, y que sólo podrán dedicarse a las actividades para las cuales fueron contratados.

Pero, en la práctica, el trabajo de estos médicos ha superado estas expectativas. Quienes asumen su función en la Misión Barrio Adentro terminan superando las barreras de un consultorio y ganándose el aprecio de muchos, incluso el de aquellos que en un principio no estuvieron de acuerdo con la integración de Cuba y Venezuela a través de la misión médica.

Así lo confiesa Luis Alfonso Bueno, uno de los colaboradores de la Misión en el sector Cuatricentenario de la capital zuliana, quien destaca que los últimos años de vida de su padre contaron con toda la atención personalizada de los médicos cubanos.

"Mi papá siempre iba a Barrio Adentro, a pesar de que tenía seguro médico, porque era lo que le quedaba más cerca de la casa y a veces se sentía mal y prefería no esperar a que alguien lo llevara a la clínica. Él fue quien nos acercó al consultorio porque, como sufría de diabetes, se hacía sus curas en los pies allí. Llegó a estar en un estado deplorable, muy difícil para movilizarse, y me dijo: 'diles que vengan, que tú eres hijo del señor Carlos Bueno'. Yo pensé que con tantos pacientes ni sabían quién era él. Sorpresa para mí que al decir su nombre me dijeron que esa misma noche irían a la casa y así fue. Hasta el último día de mi vida estaré agradecido", relata.

Salud democratizada

La doctora Daniela Paredes, coordinadora adjunta de la Misión Barrio Adentro en el estado Zulia, explicó que en los 994 módulos que se encuentran en esta entidad se manejan los mismos criterios de atención personalizada, actividades que cumplen en conjunto médicos venezolanos y cubanos.

"Todos los días, en horas de la tarde, sale un médico de nuestra misión con un defensor de la salud a atender a aquellas personas que no pueden movilizarse. Este acercamiento con las comunidades ha identificado a la Misión Barrio Adentro, es nuestro programa más cercano con la calidad de vida de aquellos zulianos que ameritan la intervención médica y que quedan en el olvido por no poder pisar un centro asistencial. A ellos llegamos con la calidad y la necesidad de servir", manifestó.

Más de 900 mil personas se benefician mensualmente en el estado Zulia con la Misión Barrio Adentro. Consultas de oftalmología, cardiología, odontología y traumatología forman parte de este programa bandera de la revolución bolivariana para democratizar la salud.

Así nació y así crece Barrio Adentro, ya no es una casa pequeña como lo fue en sus inicios hace 10 años, ahora cuentan con consultorios y ópticas populares, con Centros de Diagnóstico Integral (CDI), Salas de Rehabilitación Integral (SRI) y Centros Médicos de Diagnóstico de Alta Tecnología (CAT).

Quienes conocen el funcionamiento de estos centros dicen que son capaces de defenderlos. Así lo destaca una fiel colaboradora, Carola Vílchez, paciente beneficiada en la parroquia Carraciolo Parra Pérez: "Esto es una clínica de médicos amigos. Yo sólo invito a quienes aún no conocen un trato humanitario en materia de salud, a que vengan y se acerquen a estos médicos y, si no pueden porque están muy malitos, tranquilos, que la revolución se los envía sin pedirles nada a cambio".