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La obsesión por el aumento de peso durante el embarazo puede llevar a las mujeres a enfermar de pregorexia, lo que vendría a ser una anorexia en embarazadas. |
San Carlos.- El embarazo y el aumento de peso podríamos decir que siempre han ido muy de la mano. Evidentemente es asumible que un embarazo conlleva un aumento de peso: vamos a llevar a una personita en nuestro interior que deberemos alimentar y procurar que crezca lo suficiente para estar fuerte y sano una vez lo tengamos entre brazos. ¿Pero qué pasa? ¿Acaso no es normal pensar en los cambios que va a sufrir nuestro cuerpo?
A muchas mujeres el aumento de peso durante el embarazo puede llegar a obsesionarlas de tal manera que incluso llegan a enfermar con algo conocido como Mamirexia o pregorexia, lo que vendría a ser una anorexia en mujeres embarazadas. Evidentemente esto no beneficia a la madre y mucho menos al peque, que puede llegar a desarrollarse de forma incorrecta por las carencias de su madre. Este tipo de enfermedades llegan a tal extremo que incluso una vez han dado a luz, se genera un rechazo hacia el niño llegándolo a dejar de lado y apartándolo durante los primeros meses de vida.
¿Qué consideraríamos un aumento de peso normal?
Cuando hablamos de peso normal tenemos que ser muy prudentes, ya que lo “normal” va a variar en función de la zona, el lugar y nuestra constitución inicial.
Partiendo de un peso equilibrado y correcto antes de quedarnos embarazadas, no nos tenemos que preocupar más de la cuenta, ya que veremos que nuestro médico especialista enseguida nos irá indicando cómo vamos a medida que va transcurriendo el embarazo y lo que es más importante en ese momento: cómo va nuestro peque.
De media podríamos decir que aumentar entre 12 y 16 kilos de peso en todo el embarazo sería lo estándar, pero cuidado con ceñirse a esto, porque mujeres que han ganado más kilos de lo establecido o que, por el contrario, no han aumentado tanto como se esperaba, han tenido y tendrán bebés sanísimos.
Por tanto, mejor preocuparse de comer bien más que de cuánto comer. Si hablamos de gemelos o partos múltiples la cosa se complica, ya que acostumbran a ser embarazos de riesgo en los que es mejor ir muy de la mano de nuestro especialista y no hacer mucho caso a todos los consejitos que, con muy buena intención, nos van a ir regalando familiares y amigos.
¿Cómo mantener un peso adecuado?
Lo primero es no llegar nunca a los extremos, ni aprovechar para atiborrarnos ahora que tenemos una excusa para comer, ni tampoco realizar dietas extrañas recomendadas por vías poco fiables. Nos podemos dejar llevar por los antojos, pero cuidado con ellos porque pueden ser un aviso a complicaciones como la diabetes gestacional.
No necesitamos comer para dos sino comer bien para que los dos estemos bien.
Limitar el consumo de grasas y aumentar el consumo de líquidos ayuda a controlar el peso, aunque como hemos dicho no tenemos que llegar a la obsesión.
El ejercicio siempre es muy aconsejable, y en este caso realizar algún ejercicio moderado puede ayudarnos. Correr o nadar 30 minutos al día son dos buenas opciones.
Y algo que se comenta poco, pero que tiene relación en todos los aspectos y por supuesto también en el peso, es respetar las horas de sueño. Dormir es reconstituyente y más en esta última etapa en la que se hace complicado. Si nuestro cuerpo descansa, es más sencillo llevar unas rutinas en la alimentación más saludables.
Nos cueste más o menos asimilarlo, el aumento de peso es algo que forma parte de nuestro embarazo, por ello, disfrutemos al máximo e intentemos llevarlo lo mejor posible, que aquí lo que cuenta es que el peque salga fuerte y sano. Y nosotros, también.