Caracas.- ¿Qué ocurre cuando no se repara quirúrgicamente una fractura de Maisonneuve que abarca el desgarre de todos los ligamentos? ¿Cuáles son los efectos a largo plazo de dejar sin tratamiento la lesión?
Este tipo de lesión compleja del tobillo y de la pierna necesita de una cirugía para estabilizar la articulación del tobillo y permitir que la recuperación sea adecuada. Cuando una fractura de Maisonneuve no se trata, los resultados pueden ser inestabilidad duradera en el tobillo y aparición prematura de artritis.
La fractura de Maisonneuve deriva de dos lesiones que ocurren simultáneamente: la primera, por lo general, es una fractura (o rotura) muy alta en el peroné, que es el más pequeño de los dos huesos entre el tobillo y la rodilla; la segunda, es un esguince en el tobillo, lesión en la que se estiran o desgarran las fibras resistentes de tejido llamadas ligamentos que ayudan a mantener en el puesto a los huesos de la articulación del tobillo.
La fractura de Maisonneuve es más común en los atletas que participan en deportes como esquí, gimnasia o baile, donde existe el riesgo de sufrir una caída en la que el pie y la pierna golpean el suelo en un ángulo peligroso mientras rotan.
Los síntomas de la fractura de Maisonneuve incluyen a los del esguince de tobillo: dolor, hinchazón, moraduras y restricción en la amplitud de movimiento del tobillo; pero también pueden incluir inestabilidad en el tobillo y más dolor de la pierna, en el sitio donde está fracturado el peroné.
Diagnosticar la fractura de Maisonneuve puede ser complicado porque requiere identificar varias lesiones. Cuando los proveedores de atención médica sospechan una fractura de Maisonneuve, se obtienen radiografías de toda la longitud del peroné y de la tibia, que el otro hueso de la pierna. Además, se obtienen radiografías de la articulación del tobillo (o mortaja) para valorar el daño sufrido por la articulación y ver si los huesos se desalinearon.
Las radiografías obtenidas sin recargar ningún peso sobre el tobillo quizás no revelen la extensión completa de la fractura de Maisonneuve, por lo que el proveedor de atención médica puede recomendar tomar otras radiografías aplicando peso sobre el tobillo. Esas imágenes, también llamadas placas para fractura por estrés, permiten valorar mejor el posible daño de los ligamentos del tobillo y evaluar la condición de la articulación. En algunos casos, también se recurre a una resonancia magnética para valorar el estado de la articulación del tobillo.
Cuando las imágenes revelan una fractura de Maisonneuve, pero los huesos de la articulación del tobillo todavía se mantienen en su sitio o están apenas desalineados y las placas radiográficas para fractura por estrés muestran solo una pequeña inestabilidad en el tobillo, quizá no sea necesaria la cirugía. En esos casos, todo el tratamiento necesario puede ser de usar muletas y un soporte ortopédico, un yeso o una férula mientras el tobillo y la pierna se recuperan, y luego recibir fisioterapia para recuperar la amplitud de movimiento.
En cambio, cuando una fractura de Maisonneuve implica fuertes lesiones del ligamento, como las que usted describe, casi siempre es necesario una cirugía para estabilizar la articulación del tobillo y permitir que la recuperación sea adecuada. Según los detalles específicos de la lesión, el cirujano tal vez coloque tornillos u otros dispositivos para sostener la articulación del tobillo en su lugar mientras los ligamentos se recuperan. Los tornillos pueden retirarse una vez terminada la recuperación, aunque esa determinación se toma individualmente, caso por caso.
En la recuperación normal después de la operación, lo habitual es no recargar peso sobre el tobillo afectado durante 6 a 12 semanas. Una vez trascurrido ese tiempo, con fisioterapia se puede recuperar la flexibilidad, la fuerza y el equilibrio. El objetivo es que el paciente pueda volver a realizar todas sus actividades y recupere la funcionalidad que tenía antes de sufrir la lesión.
Si la articulación del tobillo no se posiciona bien durante el proceso de recuperación, existe el riesgo de desarrollar artritis, lo que en última instancia puede conducir a dolor crónico, sensibilidad y pérdida de la flexibilidad en el tobillo.
A fin de garantizar la salud a largo plazo de la articulación del tobillo después de esta lesión, es importante evaluar minuciosamente la fractura de Maisonneuve, diagnosticarla bien y tratarla oportunamente.