Margaret Chan, directora general
de la Organización
Mundial de la Salud.
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Ginebra (Suiza).-
Muy pocas amenazas a la salud hoy día son locales, y menos aún resultan las que
pueden manejarse exclusivamente por ese sector, aseguró en Ginebra la doctora
Margaret Chan, directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS),
durante la principal cita de ese organismo de la ONU.
Los principales desafíos de la actualidad requieren
una colaboración multidisciplinaria, porque ponen en peligro no sólo a un país
o a un sector de la población, sino que representan una amenaza para toda la
humanidad.
Así lo reconoció la funcionaria al poner como
ejemplos más recientes las epidemias de ébola en África occidental y la del zika,
que se ha extendido con inusual rapidez por varios continentes.
La fiebre hemorrágica dejó más de 11 mil muertos
antes de ser contenida gracias a un extraordinario esfuerzo, en el que se
destacó la labor de los médicos cubanos que fueron hasta el llamado continente
negro para atender a los enfermos, tarea que fue reconocida a nivel mundial.
Mientras, el zika tomó por sorpresa al mundo, sin
vacunas y sin métodos de diagnóstico confiables, comentó la directora de la
OMS, quien señaló que la propagación de esta enfermedad, la reaparición del
dengue y la emergente amenaza del chikungunya son el resultado de la desastrosa
política de los años 1970, que condujo al abandono del control de mosquitos.
De igual manera, la propagación de la fiebre
amarilla, para la cual ha existido una vacuna desde 1937, revela fallas en la
habilidad del sector mundial de salud para proteger a quienes viven en países
endémicos. "Estamos presenciando un resurgimiento dramático de la amenaza
de enfermedades emergentes y reemergentes. El mundo no está preparado para
hacerles frente", advirtió Chan.
En el lado positivo, cada día se salva la vida de
19 mil niños en todo el mundo y la mortalidad materna también descendió un 44
por ciento. Ahora se cura el 85 por ciento de los casos de tuberculosis, y más
de 15 millones de seropositivos tienen acceso a terapia antirretroviral, a
diferencia de los 690 mil del año 2000.
Durante la Asamblea Mundial de la Salud se destacó
a Cuba por haber sido el primer país en erradicar la transmisión de madre a
hijo del VIH y la sífilis, lo cual constituye un paso importante hacia una
generación libre de sida.
En un encuentro con el ministro cubano de salud,
Roberto Morales, la directora de la OMS reconoció los aportes de esta nación en
la formación de profesionales de muchos países con un alto sentido humano y
social y, al mismo tiempo, con un elevado rigor técnico y científico, que son
ejemplo y esperanza en un mundo lleno de retos para aliviar los sufrimientos de
millones de personas.