Amamantar blinda de enfermedades y forma a mejores seres humanos

Dictaron charla sobre lactancia materna en el Ivic.
Caracas.- Gripe, alergia, otitis, amigdalitis, asma, bronquiolitis, neumonía, gastritis, desnutrición y hasta la muerte, son apenas algunas de las consecuencias derivadas del consumo de la proteína contenida en la leche de vaca, así como de las altas concentraciones de hierro y calcio características de las fórmulas lácteas. La única manera de evitarlas es amamantando a los bebés durante sus primeros dos años de vida.

Así lo explicó la médico pediatra, nutrólogo clínico y sanitarista, Norma Naidenoff, durante una charla sobre la lactancia materna, ofrecida a trabajadores del área de salud, mujeres embarazadas, madres y comunidad del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic), con la intención de elevar el apoyo, protección y fomento de esta práctica en todos los rincones del estado Miranda.

Solo la leche materna contiene la cantidad ideal de nutrientes que debe ser absorbida por el bebé para desarrollar su hígado, riñones e intestinos. Además, provee de encimas digestivas, inmunoglobulina, leucocitos, aminoácidos y más de 300 factores protectores contra enfermedades propias de la infancia.

De acuerdo con Naidenoff, el consumo de fórmulas infantiles y leche completa en biberón- además de ser perjudicial- implica altos costos económicos y ecológicos. “Debemos acabar con la cultura del tetero, es importante saber que, así como en su presentación completa, todas las fórmulas infantiles provienen de la leche de vaca. La única leche dirigida a los bebés es la materna, incluso, es personalizada, cada madre produce este alimento acorde a las necesidades físicas de su hijo”.

Naidenoff añadió que inmediatamente después de nacer y por derecho constitucional, el bebé debe consumir el calostro de su madre, por tratarse del alimento más beneficioso al cortar el cordón umbilical. Sentenció que no existe persona o condición capaz de impedirle a la madre amamantar a su hijo en ese momento. 

El alimento perfecto
Tanto el periodo de gestación como el de amamantamiento están estrictamente vinculados a la personalidad y el comportamiento del ser humano a futuro. Además, el ejercicio físico realizado por el bebé al ser amamantado mediante una adecuada técnica lo ayuda a madurar los músculos del cuello, la cabeza y la cara.

La especialista indica que la edad de mayor riesgo a enfermar y morir es desde los 0 a los 2 años, porque entre la etapa gestacional y la edad lactante se registra la mayor velocidad de crecimiento y requerimientos nutricionales en el ser humano.

En este sentido, destaca la necesidad de dar al bebé exclusivamente leche materna durante sus primeros seis meses de vida. Incluso es innecesario darle agua, porque ya el alimento de la madre la contiene en las proporciones adecuadas.

A partir del sexto mes, Naidenoff recomienda alternar la leche materna con jugos de cualquier fruta; vegetales y hortalizas, suministrándolas con ayuda de pequeños vasos y cucharillas, nunca con biberones.

Desde el primer año de vida, el bebé deberá continuar consumiendo leche materna y estará preparado para recibir los alimentos que conforman un plato balanceado. 

La médico pediatra advierte que toda madre cuando amamanta debe eliminar el consumo de leche, el resto de los alimentos están permitidos.

Un mundo de ventajas
Amamantar no solo garantiza la salud y el bienestar emocional del bebé, sino el de la madre. Entre las ventajas de la lactancia materna se puede mencionar que favorece la involución uterina, previniendo las hemorragias posparto; ayuda a recuperar la figura corporal; previene el cáncer mamario, ovárico y uterino; favorece la relación madre- hijo, así como los sentimientos de plenitud y realización como madre.

Norma Naidenoff promueve en el estado Miranda el programa Amamanta, de la fundación que lleva el mismo nombre y de la cual se puede obtener mayor información en su sitio web http://www.amamanta.org.ve/. La especialista dicta charlas o clínicas sobre la lactancia materna, los días jueves, en el Centro Médico Odontológico Integral (Cemoi), ubicado al lado del estadio Guaicaipuro de la ciudad de Los Teques.