Cambiar algunos hábitos diarios puede significar la diferencia entre tener buena salud y estar enfermo
El tener una buena salud es crítico para llevar una vida feliz y placentera. El estar sano significa que nuestro cuerpo funciona de forma normal y que no hay nada fuera de balance. Estar sano es también tener una mente equilibrada y en armonía con el cuerpo. Muchas veces, por la velocidad de la vida que llevamos, nos olvidamos que la salud es un tesoro. Sólo la valoramos cuando nos enfermamos.
Los hábitos saludables son, en gran parte, los que determinan que tengas buena salud. Y cuando me refiero a hábitos, hablo precisamente de aquello que haces todos los días: dormir, comer, mantenerte hidratado, hacer ejercicio, bañarte, protegerte del sol. El buen desarrollo de estos hábitos seguramente te ayudará a tener una vida más larga y más sana. Hagamos un recorrido por estos consejos para tener una buena salud.
1. Come frutas y verduras: Lo ideal es comer nueve porciones de frutas y vegetales al día. Pero si, ya sé que estás abriendo los ojos porque te parece mucho. Entonces ahí va: cinco. Come cinco porciones de frutas y vegetales al día y te salvarás de varias visitas al médico. Un estudio realizado en la Universidad Harvard dice que esta cantidad suministra los antioxidantes y la fibra necesarios para reducir las enfermedades cardíacas y para mantener un peso sano (una porción equivale aproximadamente a la mitad de una fruta, o media taza de frutas, o media taza de vegetales).
2. Haz ejercicio: Lo ideal sería 30 minutos de ejercicio cardiovascular (o más) 5 días o más a la semana. Pero como ya sé que a veces te cuesta levantarte del sofá, pues ahí te va una dosis más manejable: ¿qué tal 17 minutos al día? Esto equivale a dos horas a la semana. ¡Y ni siquiera tienes que hacerlo seguidito! Puedes dividirlo en segmentos. Y los beneficios son infinitos: corazón sano, peso adecuado, músculos tonificados, estar de muy buen humor… etc., etc…
3. Duerme: Si eres de los que siempre duerme entre 7 y 8 horas diarias, vas por el camino correcto. Unos estudios recientes indican que los que tienen problemas para dormir o duermen menos 7 horas, están incrementando su riesgo de sufrir hipertensión, enfermedades cardíacas y hasta diabetes. Nuestro cuerpo necesita descansar y recargar sus energías para tener buena salud.
4. Mantente hidratado: Antes se decía que ocho era el número mágico de vasos de agua al día que se debían tomar. Ahora se sabe que no es necesario beber ocho, pero toma líquidos con las comidas y cada vez que sientas sed. Bebe más si haces ejercicio o hace mucho calor. Los únicos que no pueden depender de la sed para beber agua son los niños pequeños y los ancianos porque en ellos el mecanismo de la sed no funciona bien y tienen que acordarse de beber. No sé si sabías, pero el cuerpo está hecho de agua y necesita de este líquido para funcionar. Otras fuentes de líquido son las frutas, la sopa, el té y los vegetales. Recuerda, agua=buena salud.
5. Lávate las manos: idealmente con agua y jabón, usando el jabón mínimo durante 15 segundos. Varios estudios han demostrado que el lavarse las manos con agua y jabón elimina más del 90% de los microbios que causan infecciones y que pueden alterar tu buena salud. Lávate las manos siempre después de ir al baño, al tocar a alguien que está enfermo, y cuando cocinas. Especialmente cuando tocas carne cruda y vegetales sin lavar.
6. Usa bloqueador solar: Diariamente. No importa que esté nublado. Proteger tu piel de los rayos ultravioleta evitará lesiones en la piel, incluyendo cáncer. Lo ideal es un bloqueador de mínimo 15 de factor de protección.
El tener y mantener una buena salud depende en parte de nuestros hábitos. Es mejor prevenir que lamentar. Así que toma nota de estos consejos y ¡a ponerlos en práctica!