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| En la convencía escolar, los niños que presenta el síndrome reconocen las diferencias en las relaciones sociales, y de no ser atendidas asertivamente pueden provocar baja autoestima u otros trastornos psicológicos. |
Caracas.- Andrés tiene 14 años. A los siete le costaba entender a sus compañeros de clases, y hacerse entender por ellos. Su forma de ver el mundo es diferente, su lenguaje es sofisticado, sus temas de conversación pueden resultar difíciles de digerir para personas de su misma edad. Tanto él, como sus dos hermanos nacieron con una condición conocida como síndrome de Asperger.
En 2007 -mientras se formalizaba el decreto del 18 de febrero como Día Mundial del Síndrome de Asperger, en honor al nacimiento Hans Asperger, quién lo dio a conocer mundialmente─ Andrés era rechazado por sus compañeros de primer grado. Sus padres visitaron a un especialista y luego de semanas de consultas y evaluaciones médicas el segundo hijo del matrimonio fue diagnosticado con Asperger.
La psicóloga Ángela Villalobos, profesora de la cátedra de psicología médica en la Facultad de Medicina de la Universidad del Zulia afirma que “este síndrome hace que los niños tengan una manera distinta de ver el mundo, ni buena ni mala, solo diferente”.
El Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales, elaborado por Allen Frances y otros especialistas, posiciona el Síndrome del Asperger (SA) dentro de los trastornos generalizadores del desarrollo, caracterizados por “déficit graves y alteraciones generalizadas en múltiples áreas del desarrollo. Se incluyen alteraciones de la interacción social, anomalías de la comunicación y la presencia de comportamientos, intereses y actividades estereotipados”.
Villalobos, quien además es psicóloga de la cátedra libre de autismo de La Universidad del Zulia, explica que todavía existe una disputa de que si el SA es una clase de Autismo Leve.
“La controversia sigue siendo si el Autismo Leve y el Síndrome de Asperger (SA) son entidades iguales, la respuesta es NO. Son entidades distintas. El SA sigue siendo un Trastorno del Desarrollo, que tiene características evolutivas diferentes a la población neurotípica y a los que han sido diagnosticados con Autismo Leve. La definición actual para SA indica que sus características clínicas apuntan de manera significativa hacia las áreas de comunicación y socialización”.
La especialista explicó las alteraciones más significativas que muestran los niños con SA:
- Se les dificulta comprender el mundo social y la interacción entre sus actores.
- Por lo general, el desarrollo de su lenguaje es demorado. Logran hablar entre los 4 o 5 años de edad, con rápidos y distinguidos avances. Este lenguaje es visto como formal y correcto. En la mayoría de los caso, el tono de voz es peculiar y alterado.
- Suelen hacer interpretaciones literales del lenguaje, por lo que no comprenden las ironías, chistes en doble sentido o en sentido figurado.
- Muestran intensa preocupación por temas específicos. Hablan de ello sin parar.
- Fallan en cumplir las pautas conversacionales y de comunicación.
- Aunque el diagnostico solo puede concretarse pasado los cinco años de edad, a los bebes que tienen el SA les cuesta señalar los objetos y extender los brazos.
“Sus limitaciones se encuentran hacia destrezas que requieren habilidades de motricidad fina e integración viso-motora, formación de conceptos no verbales y percepción de emociones”.
En la convencía escolar, los niños que presenta el síndrome reconocen las diferencias en las relaciones sociales, y de no ser atendidas asertivamente pueden provocar baja autoestima u otros trastornos psicológicos. La psicóloga aseveró que “los infantes con SA se percatan de las diferencias que no les permiten encajar socialmente. En consecuente, ellos interpretan la sociedad como agresiva. Lo cierto es que son seres altamente sensibles, que no conocen la maldad ni la malicia. Sienten tristeza por el rechazo y lejos de creer que se aíslan por su condición”.
¿Cómo ayudarlos?
La doctora Villalobos, recomienda:
- Cultivar un carácter tranquilo ante sus reacciones.
- Ser flexibles en la planificación y actividades del niño.
- Tener buen humor.
- Ser pacientes, cálidos al ofrecer ayuda y poner límites.
- Elogiar. Reconocer sus avances y sus calificaciones, pero también su esfuerzo en caso que falle.
Puedes encontrar a un amiguito como Andrés en tu comunidad de amigos. Apóyalo, comparte con él. Acéptalo, y disfruta de sus características.
Si tienes alguna duda o inquietud consulta a la Fundación de Asperger Venezuela. Comunícate con ellos al correo electrónico fundasperven@gmail.com o encuéntralos en las redes como @fundasperven.
