San Carlos.- Hoy 10 de agosto, se celebra en Venezuela el Día del Cardiólogo, en conmemoración del sexagésimo tercer aniversario de la fundación de la Sociedad Venezolana de Cardiología, cuando 35 cardiólogos se reunieron en 1954, para constituir una sociedad científica. El decreto de la celebración de esta fecha en el año 2008, aunado a la composición del himno y la entronización de la bandera de la Sociedad en el año 2009, formaron parte de un conjunto de acciones orientadas al estímulo de la identidad y memoria histórica societaria, con el objeto de lograr el reforzamiento institucional.
La última estrofa del himno invita a la innovación, estimula el vínculo con el pasado, plantea el futuro con optimismo y combina lo propio y lo foráneo para producir algo original adecuado a nuestro medio: “lo de antaño y de hogaño se unen, con visión de un futuro vibrante, y lo propio y lo ajeno se funden, produciendo una nueva resultante”.
La parte central de la bandera con el logo de la Sociedad Venezolana de Cardiología en el centro, rodeado de dos círculos amarillos y dos de color blanco, representa al fenómeno de salud y enfermedad del corazón, en el contexto de todo el organismo, del ambiente familiar, del medio laboral y de la sociedad en general.
Estos símbolos contribuyen al fortalecimiento institucional al servicio comunitario, sin acostumbramiento a lo que hay, sino con una búsqueda de lo que debe haber para atender al paciente, sin aceptar el desorden estructurado como normal, sino que debe ser una conducta de búsqueda constante de la excelencia.
El perfil epidemiológico cardiovascular nacional combina enfermedades crónico degenerativas, cuyo principal exponente es el grupo de patologías consecuencia de la enfermedad aterosclerótica, la cual se manifiesta en las circulaciones coronaria, cerebral y periférica, que en conjunto con la hipertensión arterial y la diabetes, constituyen procesos que coexisten en el mismo paciente.
También están las enfermedades virales que afectan al corazón como, por ejemplo, el dengue, chikungunya y zika, lo cual unido a la enfermedad de Chagas que desde hace décadas produce estragos en el medio rural y que últimamente tiene presencia urbana, contribuyen al aumento de incidencia y mortalidad por enfermedades cardiovasculares. Las otras causas son congénitas, sobre todo en la población infantil, y las debidas a hechos violentos por armas de fuego o accidentes de tránsito en los jóvenes.
Esta demanda de servicios, no es satisfecha adecuadamente por múltiples factores, que deben evaluarse con sentido de la realidad, y con alto nivel académico. Hoy Día del Cardiólogo es importante señalar que en la Sociedad Venezolana de Cardiología y en otras organizaciones nacionales, hay el recurso humano conocedor de nuestro medio y con excelente formación, que es un capital intangible que puede y debe ser tomado en cuenta para la elaboración y ejecución de propuestas orientadas al desarrollo de iniciativas cardiovasculares venezolanas.