El acto político – cultural fue llevado a cabo
en las instalaciones del Salón de Ajedrez
del municipio Ezequiel Zamora.
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San Carlos, julio 26.- Miembros de las misiones cubanas que hacen vida en el estado bolivariano de Cojedes conmemoraron el aniversario 63 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, con un acto político – cultural llevado a cabo en las instalaciones del Salón de Ajedrez del municipio Ezequiel Zamora.
En la ocasión estuvieron presentes la Autoridad Única de Salud, doctora Aiza Gauna, la doctora Coralia Barrera y doctor José Miguel Santana, jefes de estado saliente y entrante de las misiones cubanas en el estado, acompañados de jefes de las misiones de salud, deportivas, educativas y de cultura, así como médicos y colaboradores de la salud, quienes cumplen en Venezuela los compromisos contraídos por ambas Revoluciones, para mejorar la vida del pueblo.
Durante el acto, a nombre de las misiones cubanas en todo el país, se destacó la importancia de aquel hecho, que inauguró la lucha armada contra la dictadura de Fulgencio Batista en Cuba, derrotado en 1959 por los revolucionarios liderados por Fidel Castro.
De igual manera se llevaron a cabo actividades culturales, competencias de baile, entrega de reconocimientos y un merecido agasajo a todos estos colaboradores que con tesón y entrega total cumplieron y cumplen con su deber poniendo en alto la revolución y la colaboración internacional.
La impronta del Moncada
El asalto al cuartel al Moncada terminó en una derrota militar. Por razones imprevistas, falló el factor sorpresa y fue imposible apoderarse de las armas necesarias para comenzar la Revolución y entregarlas a los santiagueros.
Sin embargo, tuvo una trascendencia extraordinaria para el pueblo cubano y para el movimiento de liberación nacional que se iniciaba.
Retomar la continuidad de la Revolución constituye una de las principales virtudes de la hazaña del Moncada, junto a situar el protagonismo popular en el centro de las acciones.
Con ocho asaltantes muertos en combate y más de 50 asesinados posteriormente por los esbirros batistianos, la acción despertó la conciencia nacional en apoyo y simpatía de los moncadistas. La represión desatada por la dictadura ganó adeptos a la causa revolucionaria.