El apoyo social es vital para superar una crisis emocional

La persona afectada suele experimentar
alteración mental y repercusiones físicas.
San Carlos.- El ser humano posee casi prescrito en su ADN la vulnerabilidad a los cambios externos. Estos sucesos que muchas veces no se pueden controlar son capaces de desencadenar miles de padecimientos que afectan la salud, así es el caso de las crisis emocionales.

Diversas son las definiciones de crisis emocional, sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como “crisis situacional”, en donde un individuo experimenta un estado temporal de trastorno psicológico distinguido por ansiedad, desorganización y confusión, provocado por un hecho inesperado.

La crisis emocional es la alteración de diversas emociones en donde se observa principalmente actores como la ansiedad y la depresión, puntualizó Leonardo Hernández Mata, psicólogo y profesor del departamento de Psicología Clínica, egresado de la Universidad Central de Venezuela.

Las sociedades afectadas por la crisis emocional, suelen experimentar preocupación excesiva, repercusiones físicas, alteración mental, depresión y enfermedades nerviosas. “El factor esencial de la crisis emocional es la ansiedad”, explicó.

Así mismo, el psicólogo describió cuatro facetas de la crisis emocional, que suelen ser muy similares a las etapas de la pérdida.

Duelo. Se presenta ante la pérdida de cualquier elemento activo de la vida, ya sea una casa, un trabajo, una persona, una situación o condición. “Es el desencadenante inicial de la crisis emocional”, acotó Mata.

Negación o rabia. Consiste en no querer aceptar la situación, oponerse a ella a como dé lugar. “En algunos casos las personas piensan que es un sueño”, resaltó el experto.

Aceptación. Al llegar a la fase de resignación o aceptación, los individuos empiezan a aceptar el problema que les afecta, son más conscientes sobre la situación.

Adaptación. Sin olvidar la crisis emocional que han tenido, las personas buscan alternativas para adaptarse a la situación y así llevar su vida con completa normalidad. La duración de estas etapas dependerá de cada persona y de las herramientas que emplee para superar la situación. 

No aislarse
Según el especialista las crisis emocionales pueden provocar reacciones muy diversas en la persona, por ello es relevante no aislarse, comunicarse y expresarse, es decir apegarse a las situaciones, cosas o emociones positivas de la vida.

Los síntomas de la crisis emocional llegan a afectar directamente el comportamiento de las personas. Sus señales van de la mano con la intranquilidad, la desmotivación, depresión y ansiedad al pensar en el pasado y en el futuro. Por ello es esencial que las sociedades que padezcan esto se centren en el día a día, agregó Mata.

Actualmente es común que en diversas poblaciones se experimente este padecimiento, por diferentes razones. Sin embargo, es imprescindible destacar que para resolver este problema primero es necesario ocuparse de lo interno y luego de lo externo.

El especialista explicó algunos métodos para enfrentar la crisis emocional que pueden variar según el impacto y la magnitud de la crisis. “Las personas pueden ejecutar tres niveles de terapia por sí solas pero es esencial la asistencia médica”, comentó.

Nivel cognitivo. Es vital aplicar la inteligencia emocional. Esto consiste en detectar los pensamientos negativos, frenarlos y transformarlos en algo positivo ya que por lo general la crisis emocional está llena de pensamientos dañinos.

Nivel fisiológico emocional. Se puede optar por el ejercicio, la relajación, la meditación o diferentes técnicas de respiración que auxilian al cerebro a procesar de forma más adecuada los pensamientos.

Nivel conductual. Radica en las acciones y actitudes que la persona tiene, es decir, en lugar de sentir nervios por el futuro, hay que inclinarnse por analizar la situación y actuar de manera más eficiente, ya sea para lograr una determinada tarea o mejorar el estado de la crisis emocional.

“Las crisis emocionales pueden desarrollar un grado de psicopatía excesiva en las personas, llevándolas a actuar de forma perjudicial ante las demás, ya sea con violencia o intimidación”, añadió el doctor.

Resaltó que las emociones humanas son difíciles de controlar, sin embargo, existen muchas herramientas de inteligencia emocional y social que se pueden poner en práctica.

Agregó que la programación neurolingüística permite optimizar las vidas de las personas y que las crisis son una oportunidad para mejorar, para aprender y seguir adelante.

Divulgar este tipo de información puede enseñarnos a actuar en determinadas situaciones que se presentan a lo largo de la vida. Las condiciones sociales, las crisis y los sentimientos negativos no pueden ser más grandes que nuestros deseos de ser quienes realmente queremos ser. Reciclemos el malestar para fabricar nuestro camino al bienestar, finalizó.